Donatien Alphonse François (Marqués de Sade)

Hijo de una familia aristocrática del sur de Francia. La mayoría de la gente lo conocen como autor de las novelas escandalosas La nueva Justina o los infortunios de la virtud, Historia de Juliette, Las ciento veinte jornadas de Sodoma y el padre del «sadismo». En efecto, fue sadista. Georges Bataille escribió: « Sabemos que acuchilló a una joven mendiga, Rose Keller, a navajazos, y derritió cera caliente en sus heridas. […] Una pasión, que quizá maldijo a veces, hacia que el espectáculo del dolor de otros le transportara hasta el extremo de trascender al espíritu. Rose Keller, en un testimonio oficial, habló de los gritos abominables que le produjo el goce».
Los biógrafos dicen que casi la mitad de su vida –veintiocho años– la pasó encarcelado por libertinaje, sacrilegio y lesiones corporales a las prostitutas. Las costumbres de la aristocracia nunca habían sido puritanas, pero el caso de Sade es una exageración. Aparte de las travesuras sadistas, a menudo blasfemaba los objetos de culto y pronunciaba los discursos ofensivos contra la Iglesia.
Pocos lo conocen como político revolucionario e ilustrador que negaba la existencia de Dios, rechazaba las normas de la moral cristiana hipócrita y estaba en contra de las condicionalidades anticuadas de la vida social. Y muy pocos son los que ven en él al precursor del existencialismo y psicoanálisis. ¡Qué pena!