Erasmo de Rotterdam

Erudito del Renacimiento de primera magnitud, filósofo humanista y teólogo crítico de la teología escolástica, pedagogo innovador, cosmopolita convencido y admirador ardiente de la Antigüedad. Siendo un católico devoto se destacaba por la amplitud de conocimientos y tolerancia. Erasmo decía que los valores del Evangelio como sencillez, ingenuidad y humildad eran rasgos humanos fundamentales (nos interesa dónde consiguió encontrar una cantidad más o menos considerable de las personas con estas características?), por eso las relaciones directas del hombre con Dios importaban mucho más que todas las doctrinas de la Iglesia Católica. La intención de reformar a fondo la iglesia cristiana lo asemejaba a los protestantes («Erasmo puso el huevo y Lutero lo empolló»), pero no admitía el fanatismo y la crueldad de Lutero. El mismo pastor rebelde odiaba a Erasmo expresándolo así: «Quien aplaste a Erasmo, ahogará a una chinche que todavía apestará menos muerta que viva». Erasmo es mejor conocido por su Elogio de la locura, que representa el mundo desde una perspectiva de lo que nos une a todos y nos hace hermanos, es decir, de la locura humana.