William Ockham

Monje inglés, teólogo y filósofo genial, de quien hablo en el capítulo «Razón y Quimeras». Fue él quien propuso «cortar» de las reflexiones racionales las suposiciones innecesarias y abstracciones. Creía que la razón y la fe estaban completamente separadas: la libertad absoluta de la Voluntad Divina no estaba relacionada con ningunas ideas racionales y en la base del conocimiento se yacían sólo las ideas de los individuos. La filosofía tampoco está relacionada con la teología y por lo tanto no puede ser su «sirvienta». Tampoco están relacionados el poder terrestre y el divino, así que la Iglesia debe estar completamente separada del estado (¡imagínese que esto fue dicho en el siglo XIV!). Inspiró a Umberto Eco a crear la imagen de Guillermo de Baskerville, protagonista de la famosa novela El nombre de la rosa.